Ya hemos entrado en mayo y con él comienza una de las temporadas favoritas de los madrileños, San Isidro. Esta festividad tiene lugar el 15 de mayo, un día para disfrutar de la primavera y, por supuesto, de la gastronomía de la capital y de las Rosquillas de San Isidro.
La pradera, clavel, chulapos, chotis y rosquillas, son todos los elementos presentes, como manda la tradición.
Como toda festividad, existe un postre estrella para esta señalada fecha y es sin duda alguna las Rosquillas de San Isidro. Contaremos por qué se hizo protagonista de la festividad castiza este dulce.
Origen y tradición de las rosquillas de San Isidro
El origen del postre castizo reside en la celebración de la festividad de San Isidro. El Santo fue beatificado en 1619, se le atribuía la habilidad de encontrar agua, descubriendo arroyos y manantiales en la ciudad. Se dice que varios enfermos se curaron bebiendo del agua de una de la fuente situada en la Hermita creada en su honor.
Fijándose el 15 de mayo como fiesta conmemorativa, los ciudadanos comenzaron la tradición de visitar la fuente de la ermita de San Isidro para beber de sus aguas y acudían a la pradera de San Isidro a disfrutar de la tarde celebrando una romería.
El Patrón de Madrid goza de tener las rosquillas como el dulce típico de su día, pero, ¿por qué?
Según dicen, la precursora de esta tradición fue “la Tía Javiera”, quién empezó a elaborar y vender estos ricos dulces. Fue tal su fama y reconocimiento por sus auténticas rosquillas, que comenzaron a salir más vendedores que hacían conocerse como familiares de “la Tía Javiera” para asegurar sus ventas.
Tipos de rosquillas
La receta de las rosquillas artesanales es bastante sencilla tanto en ingredientes como en elaboración. Entre esos ingredientes se encuentran: huevos, aceite, azúcar, harina. Estos ingredientes se unen, formando una masa a la que se dará la forma de rosquilla y posteriormente meteremos al horno.
Pero el juego comienza con las elaboraciones que acompañan esta base de rosquilla, y de ahí residen todas las variantes y tipologías. Hoy hacemos un recorrido por las rosquillas tradicionales de San Isidro:
- Rosquillas Tontas
Empezamos por las más básicas, aquellas que solo se componen por la base principal de las rosquillas con sabor anisado. Es tradición tomarlas con limonada o vino.
- Rosquillas Listas
Unas de las grandes preferidas, las más dulces. Después de hornearse se bañan en un glaseado de limón compuesto por azúcar y limón.
- Rosquillas Santa Clara
Montando claras de huevo y azúcar, creamos un merengue con el que recubrimos la rosquilla. Es imprescindible dejar secar el merengue en el horno para conseguir una textura crujiente.
- Rosquillas Francesas
El toque especial de estas rosquillas se lo dan la almendra en grano y el azúcar glas que queda espolvoreado por encima del dulce.
- Rosquillas de Chocolate
Al igual que las listas, se bañan, pero esta vez en chocolate. Para el colofón final se añaden unas virutas de colores a modo decorativo.
¿Dónde comprar las mejores rosquillas de San Isidro?
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