Trucos y consejos para conservar el pan

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El pan es como las croquetas. ¿Existe alguien en el mundo al que no le encante? Las combinaciones del pan son infinitas, de ahí que sea un acompañamiento imprescindible en cualquier mesa. Precisamente por su utilidad y infinidad de posibilidades, resulta vital conservarlo de forma adecuada para próximos usos. El primer factor de importancia para este objetivo es la elaboración. Un pan artesanal siempre tendrá una mayor calidad y sabor. Y también se conservará mejor a lo largo del tiempo.

Ademas de esta cuestión, existen una serie de trucos para que su conservación sea mejor. El primer paso se debe dar a la hora de elegir el pan a comprar. Por ejemplo, el tamaño importa. Los panes más grandes se mantienen mejor. Por ejemplo, una hogaza durará más tiempo que una barra normal o una chapata. Esto tiene su explicación lógica, ya que la humedad de la miga se va escapando hacia la corteza, haciendo que se quede seco por dentro. Cuanto mayor sea el pan, mayor cantidad de miga tendrá y mayor distancia hacia la corteza.

Otros factores que influyen para conservar el pan mejor

Además, en caso de decantarnos por una variedad, los panes elaborados con centeno serán los más indicados. Si ya conoces este tipo de pan entenderás que es por su miga, que es más consistente y, por tanto, guardará mejor estas propiedades. En relación a la humedad, también conviene conocer las mejores formas de conservar el pan una vez que ya está en casa. Lo primero será huir de los ambientes fríos (como puede ser el frigorífico) ya que acelera el proceso de retrogradación del almidón, haciendo que se estropee. Además, favorece la aparición de moho.

Sin embargo sí se podrá congelar, ya que el proceso que tiene sobre el pan es diferente. En el caso elegir esta opción será preferible decantarse por una pieza recién comprada, aunque no caliente, para que se conserve prácticamente intacta a la hora de consumir. También se podrá separar en rebanadas (recordando con tela o papel para que no se peguen) o en pedazos si se cree que se va a consumir menos de la cantidad total disponible.

Para su buen mantenimiento fuera del congelador evitar el plástico es lo primordial, ya que provoca una mayor pérdida de humedad del pan. Por otra parte, las bolsas de tela serán el mejor aliado. También las cajas de madera, tal y como se hacía antiguamente con las conocidas “paneras”, serán otra buena opción para conservar el pan durante más tiempo y, además, a temperatura ambiente.

¿Qué hacer si se ha endurecido?

Por último, en caso de que no hayamos tomado tales medidas y ya se haya endurecido en exceso, existen trucos para poder consumirlo. Es el caso de la utilización de sartenes, hornos o tostadoras, que darán una segunda oportunidad a ese pan.

Gracias al calor se volverá a conseguir una textura agradable en la pieza, lo que hará que podamos volver a disfrutarla. Habrá que tener en cuenta que debe consumirse con rapidez ya que, en el momento en que vuelva a enfriar, tendrá de nuevo una textura diferente.

Aunque hablemos de calentar ese pan cabe destacar que el microondas no debe utilizarse. Es cierto que, efectivamente, dará calor al alimento pero la consistencia del mismo no será la idónea: volverá a endurecerse rápidamente la miga y la corteza, en cambio, quedará blanda y nada apetecible.

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